Una cosa que le sabemos a los mexicas con claridad es que les encantaba despechugar a la gente para sacarles el corazón y que la sangre era lo más precioso/valioso que se podría ofrendar. Pero ¿Por qué? 
¿Por qué era necesario ofrendar con sangre a los Dioses? Ah, bueno, porque la sangre misma era el motor de la vida. Y porque con sangre se movían los cielos, literalmente: twitter.com/i/moments/8723…
Con los corazones y la sangre de los guerreros y/o gobernantes, podíamos garantizar que el sol saliera, que la noche se fuera, que el tiempo y el cosmos se quedaran en su lugar. No podíamos jugarle al vivo y dejarle a los Dioses sin sangre.
Si, bueno, y porque se mantiene el status quo de las oligarquías y de la guerra perpetua, así como un control ideológico que legitima un régimen militarista en donde la muerte es recompensa y control social y blablabla, pero eso no era como lo pensaban.
(Aunque si era para eso que funcionaba el sacrificio humano en realidad, pero eso lo vemos claramente ahora, en ese entonces más bien si era parte de la ideología religiosa)
Pero a ver ¿Qué es lo que pensaban los mexicas que iba a pasar si por una vez preferían hacer berrinche y no hacer los sacrificios correspondientes al fin del año o al fin del ciclo de 52 años (El Fuego Nuevo)? ¿Qué era lo peor que podía pasar?
Spoiler: Su peor pesadilla.
Vamos a cambiar de tema tantito para que lo entiendan un poquito. Les presento a Cihuacoatl, la diosa patrona de las parteras y sanadoras, es la recolectora de almas y la protectora de las mujeres fallecidas al dar a luz.
Cihuacoatl era quien velaba por las mujeres que estaban dando a luz, y -por ende- en su propio camino del guerrero. Ella misma era una diosa guerrera. Ella ayudó a modelar a la humanidad.
Cihuacoatl es la que guiaría a la madre dando a luz, y si acaso moría en el parto, Cihuacóatl se la llevaría con ella y sería parte de su entorno, se convertiría en Cihuateteo.
Como cihuateteo te ganabas un viaje por 4 años siguiendo a Tonatiuh/Huitzilopochtli a guerrear eternamente en el cielo y a ver por donde te iban a acomodar en el segundo cielo (recordemos que son 7 cielos. Cuando terminara tu servicio con el Sol, regresabas a este mundo.
Y tu labor en la tierra, como espectro, era cuidar a los enfermos y a otras mujeres embarazadas para que sanaran y que les fuera bien. Que no sufrieran. Las parteras y curanderas le pedían a las Cihuateteos que intercedieran por todos ante Mictlantecuhtli.
Y en si, tu hogar era en el segundo cielo, donde te volvías una lucecita en el cinturón este que cruza el cielo. Todo bien lindo.
Pero no pierdan de vista el hecho que son guerreras del sol. que si, son femeninas y maternales pero son guerreras y se entrenaron con el mayor guerrero de todos. Por supuesto que tienen una tarea específica en ese sentido.
Piensen ahora que los mexicas eran hiper machistas y de lo que más tenían miedo en realidad era que los empezaran a tratar como ellos trataban a las mujeres, entonces -repito- ¿Qué creen que iba a pasar si no seguían ofrendando la sangre necesaria para que funcionara el mundo?
Pues nada más y nada menos que el Sol iba a caer vencido ante los Señores del Inframundo y al ser incapaz de salvarlo, las cihuateteo iban a vengarlo. Entonces todas ellas (no solamente las mujeres muertas en parto sino básicamente toda entidad sobrenatural femenina)
se convertirían en monstruos, las Tzizimime, y caerían sobre el mundo y devorarían los corazones de los hombres para obtener la sangre necesaria para volver a mover al sol, a la luna, al cielo.
Por ese tipo de cosas los mexicas tenían miedo que las mujeres murieran en su primer parto (porque se convertirían sin escalas en Tzitzimime al tener tanto poder y tanto vigor perdido) o por eso escondían a las embarazadas durante los eclipses.
(No, no las escondían porque pensaran que les haría daño al bebé, sino porque si el Sol era vencido por el Eclipse, automáticamente la embarazada se convertiría en Tzitzimime y los atacaría a todos).
El mayor temor que los mexicas tenían es que fueran vencidos por un ejército invencible de mujeres y madres. Dejen que eso les asiente un poco.
Por cierto, una de las explicaciones que se le daban a los eclipses es que las tzitzimime atacaban al Sol mismo para llevarlo al Mictlán. Digo, para que vean el nivel de terror que las tzitzimime impartían.
Y si, se hacían rituales para tratar de tener contentas a las Tzitzimime en fechas que se consideraban riesgosas, como durante los Nemontemi (días nefastos)...
(Los Días Nefastos eran esos 5 o 6 días que quedaban entre el fin de un año y el inicio del siguiente -ya que sus calendarios eran de 360 días)
O previo al fin del ciclo de 52 años, el Fuego Nuevo. En especial en esta segunda ocasión se hacían representaciones de danzas de las Tzitzimime y se les hacían ofrendas para que no llegaran tan enojadas si acaso el Sol era vencido antes de iniciar el ciclo nuevo.
Ahora, ya lo dije, pero no está de más detenernos un poquito en ese detalle: si, las cihuateteo se vuelven Tzitzimimes, pero no es la única forma de ser Tzitzimime. De hecho toda diosa de atributos guerreros es una Tzitzimime.
Caso en cuestión: Coatlicue. Sabemos que es una Tzitzimime por dos (en realidad, tres) razones: uno, trae una falda sobrenatural; dos, usa un collar de corazones; y tres, es madre (es mamá de Huitziliopochtli).
Esos tres atributos la convierten en Tzitzimime.
Una Tzitzimime importantísima es Tlaltecuhtli. ¿Por qué? Ah, bueno, ¿Recuerdan que este, el Quinto Sol, es el Sol de Movimiento (Ollin Tonatiuh) y que será destruído por un terremoto? Bueno ¿Quién creen que lo va a causar? 👇🏽👇🏽👇🏽
De hecho el pulque es creación indirecta de las Tzitzimime. Se supone que Ehecatl se encuentra a Mayahuel, y este se la lleva. Cuando se dan cuenta, las hermanas de Mayahuel (las tzitzimime) los persiguen. Ehecatl se convierte en árbol y sostiene a Mayahuel, pero las Tzitzimime
quiebran la rama del árbol, así que cuando regresa Ehecatl a su forma original, Mayahuel está muerta. Ehecatl la entierra y ahí nace el primer Maguey.
En fin que las tzitzimime eran las guerreras arquetípicas. Como toda divinidad prehispánica, tenían una dualidad y podían traer beneficios y desgracias, según fuera la advocación o el contexto. Las tzitzimime no eran figuras malvadas, sino la representación de lo femenino:
darán la vida y al mismo tiempo pueden destruir el mundo de los hombres, expresado de manera literal: HOMBRES.
Digamos que eran las verdaderas y reales madres luchonas a las que ese chiste no les daría ni mergas de gracia y que te destruirían por chistocito. Serían las feministas radicales por excelencia.
Obviamente, cuando los españoles llegan y tratan de adaptar las figuras prehispánicas a la liturgia cristiana, solo hay una manera de clasificar a las tzitzimime. A ver: son mujeres guerreras que traerán el fin del mundo... Mmmmh ¿Qué puede ser?
¡ES EL DIABLO! 😱
En uno de los mejores momentos de invisibilización de lo femenino, los evangelizadores fueron desestimando la idea que las tzitzimime fueran mujeres porque ¿Cómo una mujer va a combatir? y las transformaron en hombres y luego en demonios.
Y no es que antes no se hubiera intentado eso: de hecho Huitzilopochtli si era un Tzitzimime masculino porque su mamá le dejó serlo. :3 (De verdad).
Lo bueno es que la historia de las cihuateteo/tzitzimime nos muestra las facetas de los seres sobrenaturales del panteón mexica, cuales eran sus tareas "buenas" y cuales eran sus agendas si la gente no cumplía con su parte del trato.
Así que con esa idea ya podemos terminar la clase y dejarlos pensando con una cosa:
¿Nadie ha hecho los sacrificios pertinentes para que Tlaltecuhtli no se ponga loca?
unroll
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