“La Iglesia no es una aduana, tiene las puertas abiertas para todos”. Esta frase del papa Francisco encuentra en el Evangelio de hoy su fuente y su explicación. Si quieres, lo vemos juntos… #HilosdelEvangelio#DomingoXXVI
Cuenta Marcos que Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de nuestro grupo»
Los seres humanos somos gregarios. Necesitamos un grupo de referencia, una colectividad de quien tomar nuestra identidad.
Como necesitamos un nombre, para saber quiénes somos, necesitamos un apellido, para saber de quién somos, a qué grupo pertenecemos.
Pertenecemos a un grupo por nacimiento (la familia, la nación…), por afinidades (equipo de fútbol, partido político…), por transmisión cultural (idioma, religión…), etc.
Los grupos de referencia son importantes para el desarrollo personal y social. Los pequeños grupos se insertan a su vez en grupos más grandes dentro de los cuales se interrelacionan en un clima de normalidad.
El problema está cuando un grupo se engríe de sí mismo (extrapolado esto sería el egoísmo a nivel personal) y utiliza esa diferencia para atacar al otro con el fin de sacar un provecho.
En lugar de interaccionar con otros para lograr superarse juntos (como se hace en una familia), tratan de marcar distancia basándose en una supuesta superioridad.
Es la técnica usada siempre por el populismo, buscar un enemigo “contra quien” ser.
El enemigo común sirve para unir más al grupo, hacerlo más compacto por el miedo al que “no es de los nuestros”.
Tras este pecado comunitario están obviamente milenios de guerras, nacionalismos, separatismos, odio…
Pero, ¿y en la Iglesia? Pues exactamente igual: siglos de movimientos sectarios, cismas, divisiones…
También hoy, seguro que tú (y yo) miramos con recelo al “otro” grupo de tu parroquia, a la “otra” congregación, al “otro” grupo de curas, al “otro” movimiento, a la “otra” cofradía…
¿Cómo pueden ser ellos del mismo Jesús que soy yo con esa forma de hacer pastoral? ¿Con esa forma de celebrar la liturgia? ¿Con esa forma de ejercer la caridad tan distinta a la mía? ¿Con esas imágenes?
Incluso… ¡con esa forma de vestir!
Y te vas a internet y buscas a ver quién habla mal de los “otros”, y sigues esos blogs que rajan de ellos, y te confirmas: ¿Ves? No son de fiar.
Y luego haces tu corrillo con los de tu cuerda y haces chistes. Chismorreas y disfrutas cuando algo les sale mal.
Y te haces una cuenta en twitter y sueltas barbaridades amparado en el parapeto de la foto de perfil de alguna imagen religiosa… (ojo al 2º mandamiento).
A la Iglesia le iría mucho mejor si todos fueran como yo o como este que es amigo mío. ¿A que sí?
Nos encanta sentarnos en nuestra garita de aduana, con el dedo sobre el botón de la barrera automática para subirla y bajarla. Este sí entra, este no, este sí, este no…
A los discípulos les pasaba igual. Querían la exclusividad del Evangelio, cerrar el grupo a cuantos menos, mejor.
Jesús les tuvo que llamar la atención: «No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre puede luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro».
¿De qué milagro habla Jesús? Si en tu vida te has encontrado con Cristo sabes de qué te hablo.
Cuando la gracia de Dios viene sobre ti, cada vez que te conviertes, notarás como se “expulsan los demonios” de la incredulidad, de la tristeza, del egoísmo… y aparecen los dones de la fe, la esperanza y la caridad.
¿No es eso un milagro? ¿Cómo es que yo antes tenía miedo al futuro, a quedarme sin dinero, a tener una enfermedad y ahora puedo vivir feliz en paro y sin miedo a la muerte?
¿Cómo yo antes era incapaz de darme al otro, a mi marido, a mi mujer, y ahora puedo ayudar a mi hermano en necesidad, echarle una mano y encontrar en ello la felicidad?
¿Cómo es que yo antes no veía a Dios por ninguna parte y ahora tengo la seguridad de que está a mi lado, de que no me deja solo aunque sea incapaz de explicarte cómo lo sé?
Estos milagros, créeme, ocurren cada día también fuera de tu círculo eclesial.
En la cofradía de al lado, ocurren; en los raritos del movimiento tal, también; en los estirados de tal congregación, igualmente; en los pasotas de aquel grupo, lo mismo.
¿Qué misterio verdad? Si el Jesús en quien yo creo es tan distinto del que esta gente predica…
Es humano creer que Dios piensa como los humanos, pero es que Dios piensa como Dios y sus planes no son como los tuyos.
La creatividad del Espíritu Santo es superior a la de cualquier artista y nos saca de quicio, nos descoloca, nos sorprende siempre.
Olvídate de meter al Espíritu Santo en un cajón ordenado a tu gusto, porque Él no se somete a tus esquemas. Es más, viene a sacarte de tus esquemas reducidos, a abrir tu mente y contemplar…
Si tú hubieras creado el mundo, ¿habrías pensado en el ornitorrinco? ¿Habrías pensado en ponerle un pulmón al pez pirarucú?
¿Habrías creado 750.000 especies de insectos como hay o te hubieras conformado con las 100 que conoces?
O quizá no los hubieras creado porque los odias.
Si yo soy el dueño de la gracia y esparzo mis dones a discreción –nos dice hoy Jesús–, ¿quién eres tú para decirme quién sí y quién no los recibe?
¿Significa esto que todo vale en la Iglesia? Obviamente no. Sobre los obispos y en última instancia sobre el Papa recae la misión de discernir sobre los distintos carismas y de orientarles ante posibles desviaciones. (tuit obligado para los más sensibles).
Entender a quien no piensa como tú, a quien no vota como tú, a quien no habla como tú, a quien no reza como tú, a quien no tiene tu “estilo”, es difícil; pero ten cuenta que Dios tiene una historia personal con los 7.442 millones de habitantes del planeta.
Y a todos y cada uno lo ama como te ama a ti. Y con cada uno de ellos tiene su historia particular. A cada uno lo conoce y quiere llegar a él.
¿Te vas a poner celoso como cuando un niño le coge celos a su hermano porque su madre le ha dado un beso o le ha comprado una chocolatina al otro?
Es un poco lo que le pasa al hijo mayor de la parábola del Hijo pródigo o a los que fueron a trabajar a primera hora en la parábola de los obreros de la viña. Los celos, la envidia…
En tu realidad, cada vez ves más sillas vacías, pero a tal grupo que cada vez tiene más gente, no lo quieres ver ni en pintura. Aquel va y da fruto, los tuyos no ¿y quien lo hacen mal es el otro?
Prefieres no salir de tu rutina, de tus esquemas preconcebidos, a intentar comprender cómo el Espíritu actúa en los demás (de esa forma tan horrorosa por otra parte 😜).
Quizá si un día te acercas a ellos descubres que no estáis tan lejos. Ábrele tu puerta, dales “un vaso de agua”. Dice Jesús hoy que “el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías no quedará sin recompensa”.
Por mi trabajo, he podido conocer de cerca la vida de cientos de movimientos, realidades, carismas… En todas partes he visto defectos, pero en todas partes he visto auténticos santos.
Hay un único camino al Padre, que es Jesús, pero hay cientos de miles de mediaciones para encontrarse con Él.
Cuando criticas estás cerrando la puerta a que uno que te escucha se encuentre con Él porque quizá esa era la mediación prevista por el Espíritu y tras tu recomendación se lo ha pensado mejor.
No es cualquier tontería. El Evangelio continúa diciendo que «al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo echaran al mar».
Con “los pequeños”, Marcos no se refiere tanto a la edad física sino a la juventud en la fe: a los discípulos que estaban comenzando a seguir a Jesús. ¡A nosotros!
A mí me recuerda (porque significa llevarle la contraria al Espíritu Santo) al pecado del que habla Mt 12,32. ¡Y es que es muy grave escandalizar, hablar mal de otros grupos de tu misma Iglesia! ¡Si están suscitados por Dios!
Por eso, el Evangelio ofrece finalmente una serie de recomendaciones para evitar este escándalo. Yo los voy a parafrasear con todo respeto para adaptarlos al hilo de hoy:
Y si tu corrillo de amigos te es ocasión de pecado, evita esas reuniones. Más te vale tener menos vida social que ir con toda tu camarilla “al fuego eterno que no se extingue”
Y si los blogs y twitter son ocasión de pecado para ti, borra esas cuentas. Más te vale enterarte de menos cosas y tener menos seguidores que ser arrojado con tu tablet “al fuego eterno”.
Y si tu dedo sobre el botón de la barrera de la aduana es ocasión de pecado contra ti, sal de la garita y ofrece ese vaso de agua. Más te vale dejar esa responsabilidad a quien corresponde que ser arrojado con tu gorra al fuego eterno, donde el gusano que roe no muere...»
Son recomendaciones dolorosas, porque despegarnos del hombre viejo duele, pero que merecen la pena.
Porque sólo el que sabe lo poco que se merece estar dentro de este grupo de privilegiados que es la Iglesia, se da cuenta de la importancia de dejar subidas esas barreras para que tantos puedan recibir el milagro diario de la fe #FindelHilo
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Hombres y mujeres: absolutamente iguales pero totalmente distintos. El Evangelio de hoy nos da las claves para entender el éxito y el fracaso de muchos matrimonios. ¿Te interesa? Pues vamos a ello #HilosDelEvangelio#DomingoXVII#Divorcio
Unos fariseos se acercan a Jesús, como siempre, para ponerlo a prueba, y le preguntan por el divorcio, permitido entonces por la ley de Moisés. Lee el diálogo entero aquí ciudadredonda.org/calendario-lec…
Jesús es tajante. El divorcio no se corresponde con la voluntad de Dios. Moisés dejó escrito ese precepto “por vuestra terquedad” pero “al principio” no fue así.
La Iglesia está pasando en estos momentos una grave crisis provocada por las luchas de poder. Pero estas luchas no son cosa de estos días, comenzaron con Jesús, como nos cuenta el Evangelio de este domingo ¿vemos cómo nos lo explica Él? #HilosDelEvangelio#DomingoXXV
Cuenta Marcos que Jesús iba instruyendo a sus discípulos por el camino, contándoles que iba a ser entregado, que lo iban a matar y a los tres días resucitaría.
El Evangelio de hoy es una de esas joyas por las que dices: “¡Esto tiene que ser Palabra de Dios!”, porque es paradójico, extraño, fuera de lógica y no tiene sentido para nosotros sin la llave de la fe #HilosDelEvangelio #DomingoXXIV
El fragmento de hoy es interesante para estudiar la estructura del Evangelio según San Marcos. Es muy bueno leer del tirón de vez en cuando los evangelios, porque nos dan una visión global que no pillamos si los vamos leyendo a trozos.
Hay una estructura interna de la que no nos percatamos porque nos quedamos en el trozo de la misa del día, y no seguimos leyendo. Te invito a hacerlo cuando tengas un rato ¡Marcos es el más cortito!
En el Evangelio de hoy, Jesús cura a un sordo diciéndole unas "palabras mágicas": EFFETÁ. Probablemente, un sacerdote te las dijo a ti hace muchos años pero no te acuerdas. Un "hechizo" de apertura parecido al Alohomora de Potter pero este es real #HilosDelEvangelio#DomingoXXIII
Dice el texto que le presentaron a Jesús «un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos». Léelo entero aquí ciudadredonda.org/calendario-lec…
Jesús no es un milagrero, ni un personaje del universo mágico de J. K. Rowling. Su misión no consistía en hacer hechos extraordinarios para dejar a la gente con la boca abierta. Los milagros que recogen los evangelios siempre hay que mirarlos desde la perspectiva del signo.
Mandamientos, preceptos, leyes, normas, cumplimiento, obligación… son términos que relacionamos habitualmente con el cristianismo y que hacen que muchos nos digan: “¡Ahí os quedáis!” El #EvangelioDelDía les da la razón, y me explico #HilosdelEvangelio#DomingoXXII
La escena presenta la disputa de Jesús con un grupo de fariseos en torno a la observancia de una serie de normas de pureza que los judíos cumplían (y cumplen) a rajatabla. Léela entera aquí ciudadredonda.org/calendario-lec…
Uno de los grandes peligros del cristiano es enfrentarse a la Palabra de Dios como si no fuera con él.
Nuestra sociedad presume de secularismo, de laicismo, pero luego quiere que la Iglesia cambie su doctrina para "bendecir" sus propuestas (aborto, divorcio, eutanasia...). ¿Sabéis por qué les pasa? El Evangelio de hoy nos da las claves #HilosDelEvangelio#DomingoXXI
Dice el Evangelio de Juan (adjunto enlace) que, muchos discípulos, al oír a Jesús dijeron: "Este modo de hablar es duro ¿quién puede hacerle caso?" ciudadredonda.org/calendario-lec…
Es el mismo argumento que usan muchos de los que abandonan la Iglesia