Valentina abrió los ojos con la pereza del que sabe que es demasiado pronto... Miró el despertador por el rabillo de su ojo y confirmó que aún disponía de otros diez minutos para remolonear. No lo dudó ni un instante.
Finalmente se decidió a saltar de la cama, si puso los primeros pantalones de pijama que encontró sobre la silla y se enfundó las zapatillas. Dando tumbos y arrastrando los pies se dirigió a la cocina.
Sin apenas poder ver, abrió la nevera y la bombilla de 100 vatios le cegó momentáneamente. Otro mañana más pensó para si misma que tenía que cambiar esa maldita luz.
Agarró la bolsa de pan de molde y metió una rebanada en el tostador antes de sentarse en el inodoro a evacuar los efluvios acumulados durante la noche.
Mientras esperaba el tueste perfecto, puso la cafetera a fuego lento, como mandaban los cánones y encendió la pequeña televisión que tenía en la cocina.
En realidad, no tenía interés alguno en aguantar a los tertulianos mañaneros, pero el silencio de su cocina le incomodaba demasiado.
Perezosamente, fue haciendo "zapping" hasta encontrar una tertulia política en la que entrevistaban al ex-presidente Felipe Gonzalez. "Que mayor esta este hombre" pensó para sí misma. #FelipeSalvados
Agarró su teléfono móvil en el que una noificación en rojo asomaba poniendo a prueba su ligero trastorno obsesivo-compulsivo... Se obligó a abrirla. El guía de sus vacaciones por Honduras, Marcelino, le había dado un "like" a una foto que alguien subió ayer.
Me quedó mucho mas tranquila, pensó, mientras retiraba el café que ya burbujeaba sobre la placa.
Valentina tomó un momento para reflexionar mientras sorbía su herviente café. Ese día no era un día cualquiera. Ese día, había decidido tiempo atrás, iba a cambiarlo todo.
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Valentina entró decidida y se sentó detrás de su escritorio. –Buenos días Juanjo–. dijo cómo saludo a su compañero.
—¡Buenos días, se te ve con energía hoy Vale!—. Respondió este. Casi todos los días decía alguna tontería como esa. Valentina estaba segura de que estuvo colado por ella desde el primer día. Pero definitivamente, no era su tipo.