💐 Ramón Martínez 🌾 Profile picture
Epéntico. Escritor y profe. Erradicando la Homofobia con Cultura y Feminismo. Puedes leerme en @editorialegales y @elsaltodiario. ¿Te vienes a cambiar el mundo?

Apr 5, 2018, 26 tweets

Bueno, sodomitas de mi corazón, hoy quiero contaros una #TristePeroBonitaHistoria sobre uno de los #MariconesDeAntaño que más penica me da. Se trata de Hans Christian Andersen, el autor de La Sirenita, que tenía esta pinta de #IntensoRomántico:

Andersen nació en 1805 en Dinamarca, en una familia muy pobre. Su padre era zapatero y su madre una lavandera que, sin saber leer ni escribir, le contaba los cuentos que avivaron en él la imaginación para empezar a escribir. Una infancia muy dura, como la de «El patito feo»...

Pero Andersen estaba destinado a ser todo un cisne, aunque tuvo que currárselo bastante para conseguirlo, y pasarlo francamente mal.

Sus biógrafos parece que por fin han aceptado que a Hans le gustaban los señores y las señoras, y se da por cierto que su primer amor fue Riborg Voight, una mujer que en 1830 le dice que no quiere casarse con él para nada, y adiós.

En esa época Andersen estaba estudiando gracias a la protección de Jonas Collin, director del Teatro Real. Aquí hay un salseo MUY GORDO, pero os lo cuento luego, que si no nos perdemos.

En 1844 conoce a Carlos Alejandro Augusto Juan, Gran Duque de Sajonia-Weimar-Eisenach, que luego gobernó entre 1853 y 1901 el Gran Ducado de Todo Eso Que Está En Alemania. Hans llegó a decir: «Amo al joven duque, es el primer príncipe al que en verdad encuentro atractivo».

El chaval era todo un #BuenorroDeSajonia.
Te comprendemos, Hans.

Su relación acabó en 1849, con una guerra entre Dinamarca y los Estados Alemanes. Pero hay algunas cartas de Andersen que... #TelaMarineraDeSajonia:

«Su alteza podrá imaginar fácilmente mi felicidad al recibir su cálida y afectuosa carta; fue como si de nuevo estuviésemos juntos en Ettersburg en el triste momento de la partida. Su alteza presionó mi mano y dijo que sería para mí un amigo amable y sincero».

A Hans le dabas la mano y ya pensaba en cogerte... el codo...

Al final de sus días Andersen se fijó mucho en un bailarín, Harald Scharff, pero no pasó nada. Y es que resulta que en la triste vida de nuestro amigo Hans nunca llegó a pasar nada: uno de sus biógrafos dice que murió siendo virgen.

Eso sí: las páginas de sus diarios están marcadas con cruces, que indican las veces que se masturbaba pensando en sus cosas...

Andersen murió en 1875, pero hasta 1893 nadie se atrevió a hablar públicamente de que era uno de los #MariconesDeAntaño. Y aunque ya nadie se acuerde, gracias a eso hoy podemos reinterpretar alguno de sus cuentos...

¡VAMOS YA CON EL SALSEO!

Uno de los cuentos más conocidos de Andersen es «La sirenita», cuyo argumento conocemos a través de la peli de Disney.

Pero supongo que ya sabéis que Disney lo retoca toco más de lo que se retocaba Andersen, y que el cuento original es bastante diferente. Acaba mal, muy mal: la sirenita no consigue al maromo, y se convierte en espuma de mar. Vamos, que se muere.

Lo interesante del cuento es saber qué estaba pasando en la vida de Andersen cuando escribió «La sirenita», porque quizá el relato nos cuente cosas mucho más interesantes de las que nos quiere vender Disney...

En 1836 nuestro querido Christian se lleva un disgusto muy grande. Estaba pilladísimo por Edvard Collin, el hijo de su protector, pero el chaval dice que se casa con una chica. #TragediaGay

Andersen escribe entonces el cuento, y se lo dedica a Edvard de la siguiente forma:

«Yo te anhelo como si fueras una chica hermosa de Calabria».

El chico se pilló rebote bastante gordo, porque no estaba preparado para que un señor le dijera una cosa así. Y posiblemente no estuviera seguro de dónde queda Calabria...

(Es la punta de la "bota" de Italia, que acabo de mirarlo en google. Debe ser chachi el sitio).

Pero entonces, ¿DE QUÉ HABLA «LA SIRENITA»?

«La sirenita» nos habla de una persona de "dos naturalezas", humano y pez, como se pensaba en la época que eran los homosexuales, seres "intermedios".
Una persona de "dos naturalezas" que tiene que ocultar una de ellas para poder caminar junto al chico al que ama.

Para hacerlo, además, tiene que renunciar a su voz, porque le está prohibido mencionar determinadas cosas tal como le gustaría. Y, como en el cuento, cada paso que da sobre la tierra lo siente como si mil cristales se le clavaran en los pies.

Y al final la Sirenita muere, y muere para siempre porque las sirenas no tienen alma, igual que se pensaba entonces que la homosexualidad estaba mal porque no dejaba descendencia, no tenía "vida futura".

«La sirenita» en realidad es la historia gay más triste que existe :(

Desde hace seis años, al norte de Copenhague, hay una estatua de un "sirenito" que quizá sepa la #TristePeroBonitaHistoria de Hans Christian Andersen.

Y ahora ya sabemos que los #MariconesDeAntaño tenían mucho cuento... pero eran cuentos preciosos. ¡Leedlos!

Añado información:
@masorhu ha estado buscando y gracias a su investigación y subrayados tenemos estos indicios de lo que le pasó a Andersen al pasar por #España.
¡Aquí hay tema fijo!
¡Decid todos "gracias, @masorhu!

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